Acrílico + acuarela + lápiz + collage digital |
Bolsa. Sublimación sobre matelasse |
Juego de Fiorella. Encastre en mdf y acrílico |
Suelo preguntarme si la actividad que realizo tiene sentido. A veces me desoriento porque la rutina te hace perder el rumbo, y es en ese momento cuando necesito algún gesto que confirme estar en el lugar adecuado. Dos abrazos me volvieron al centro de mí misma: estaba trabajando en el sector de literatura infantil, observaba el simpático ir y venir de una niña de seis años, a quien conocía a través de lecturas que le enviaba su abuela. Vivía en Italia y ésa era la primera vez que la escuchaba. Dialogando con su mamá exclamé: ¡Habla con acento italiano un castellano impecable! Las dos nos quedamos mirándola, y ella, sorpresivamente, atravesó corriendo el sector, sorteó libros, niños y adultos, y se quedó abrazada a mi cintura. Fiorella está inspirada en ella.
En otra ocasión,
una pequeña de cinco años intentaba elegir un libro ante la insistencia de una
persona con buenas intenciones pero sin tiempo. La tensión aumentaba sin
solución aparente, daba pena la situación de asimetría: la chiquita rodeada de
libros a punto de llorar, miraba hacia arriba a la adulta parada, a la
distancia, en conflicto consigo misma, por desear regalarle algo y llegar a
tiempo a otro lugar. Nos sentamos en la alfombra y comenzamos a observar las
imágenes de un libro, la nena seguía atentamente los personajes, hasta que
abrazó fuerte el cuento y se encaminó hacia esa buena mujer que, al parecer,
tenía un mal día.
Agradezco el
haber transitado por el sector de literatura infantil.
Me sigue sorprendiendo.
Si tienen oportunidad, no se pierdan Una infancia en el país de los libros*, una
autobiografía literaria de Michèle
Petit, con ella podemos explorar quiénes fuimos y cómo la lectura nos fue
acompañando en la infancia.Me sigue sorprendiendo.
*PÈTIT, M. [2008]: Una infancia en el país de los libros, México, Océano.